No todos los compresores de aire usan aceite, pero en aquellos que lo necesitan, el aceite debe mantenerse fresco para permitir que varias partes del compresor se muevan sin problemas. En entornos de trabajo húmedos, el aceite puede perder su viscosidad y, a veces, no proporcionar la lubricación adecuada a los componentes de un compresor de aire. Esta falta de lubricación puede producir fricción y tensión del metal a lo largo de las partes metálicas móviles. Si trabajas en ambientes más fríos, también debes revisar constantemente el aceite y cambiarlo si es necesario. Este debe tener la viscosidad adecuada y estar libre de impurezas para poder circular correctamente.